viernes, 29 de octubre de 2010

Critica de "Scott Pilgrim contra el Mundo". La mejor película sobre juegos de la historia. PUNTO

 Scott Pilgrim, un joven de 23 años en paro y que sale con una china de 17 años, se enamora de Ramona Flowers, repartidora de Amazon. Ramona es (literalmente) la mujer de sus sueños, pero para tenerla, se tendrá que enfrentar a los 7 ex novios de la joven, aunque para ello peligre su propia integridad… y dejando alguna ex malvada por el camino…

El estreno en Hollywood de Edgar Whrigt no podía haber sido mejor. Scott Pilgrim contra el Mundo es su mejor película, o al menos, la más redonda. La película oscila entre el realismo, la generación ni – ni y todos aquellos que hemos crecido con los videojuegos y la generación 8 bits. Y eso es ante todo: un homenaje a las recreativas, los beat em up, los cómics manga, las bandas de rock independientes… Las onomatopeyas made in Batman de Adam West salen de los golpetazos que se pegan los personajes y los enemigos dejan al morir experiencia, ítems… y por supuesto, monedas… que sirven al pobre Scott para volver a casa en bus en vez de a patita…


Todo este batiburrillo de referencias podía haber caído en la desgracia si no fuera porque el ritmo y el guión no decae en ningún momento, y además, los personajes son increíblemente carismáticos y encantadores. En serio, todos, desde el propio Scott al Pavel, el primer ex novio de Ramona, destilan un carisma y un aura especial que los hacen únicos. Esto no es solo merito del director, sino de la estupenda adaptación de los cómics de Brian O’Malley, que si bien es cierto que la peli se atropellan en los acontecimientos a partir del tercer ex, tiene un final mucho más satisfactorio que el propio cómic.


Para resumir, y por si no ha quedado que estamos ante un peliculón: Scott Pilgrim es la mejor película sobre videojuegos jamás creada. Olvida el típico debate sobre la violencia para crear un autentico homenaje a las maquinitas, que, como en la realidad, a forma parte de nuestra vida, de una forma u otra. Bravo.

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