sábado, 15 de septiembre de 2012

Doctor Who: Dinosaurs on a Spaceship


(Como siempre, 100% spoilers).

Tras un espectacular inicio de temporada, toca el turno al segundo episodio, llamado, de forma no gratuita, Dinosaurios en la Nave

El episodio que nos ocupa comienza cuando el Doctor, acompañado de la reina Nefertiti. Ambos vienen de salvar Egipto de una plaga de Langostas Mutantes alienígenas, y la reina no pierde la oportunidad de flirtear con el Doctor a la primera de cambio. Es cuando reciben un aviso del ejército en la Tierra. 

Han detectado que una nave de proporciones gigantescas se dirige a la tierra en rumbo de colisión, y a no ser que el Doctor haga algo, lanzaran misiles para destruir dicha nave. Dentro han detectado signos de vida, y antes de hacer como hizo Torchwood, cuando destruyeron la nave de los pobres Sycorax en las navidades del 2006, prefieren que el Doctor intervenga. Eso si, si la nave se acerca un poco más de lo permitido a la tierra… 

Aprovechando la ocasión, el Doctor se lleva a los Pond, que en ese momento se encuentran reparando una bombilla con el padre de Rory, nada menos que el gran Arthur Weasley (Mark Williams). Desde su última aventura con los Daleks han pasado meses, y ahora han vuelto a la vida familiar. 


Una vez en la nave descubren que en realidad es una especie de Arca de Noé dónde hay viviendo diferentes razas de Dinosaurios y demás especies prehistóricas. Los Silurianos (aquellos descendientes de los lagartos que vimos en la 5º temporada, La tierra Hambrienta), los han recluido en un entorno adaptado para mantenerlos con vida tras su extinción, y desde entonces están por ahí pululando. Hay que destacar que entre medias han reclutado (al igual que Nefertiti, porque sí) a una especie de Indiana Jones interpretado por Rupert Graves, con lo que eleva a seis personas el variopinto grupo. 

Tras algún encontronazo divertido con alguna que otro reptil,  descubren que la nave va a la deriva porque un cruel mercenario se ha instalado por accidente en la nave y no ha podido evitar interesarse en el poder económico del Jurásico cargamento al mejor postor. 

Este hombre no es otro que el señor Filch de Harry Potter (David Bradley) como el malvado Solomon. El señor Filch es todavía más cabrón que cuando interpretaba al conserje de Hogwarts: aunque le han atacado unas crías de Tiranosaurio y esta en una sala encerrado, no pierde el tiempo en amenazar de muerte a nuestros héroes si no se cumplen sus exigencias.

El clímax llega cuando el Conserje descubre que en el Arca hay un cargamento histórico mucho más valioso que los propios Dinosaurios: la propia Nefertiti. Tras una serie de tradicionales chantajes del estilo “dame a la reina o destruyo todo a mi paso”, la antigua reina de Egipto accede irse con él. Pero otro plan con el que Filch no contaba se ha llevado a cabo: debido a su cercanía con la Tierra, el Ejército ha lanzado unos misiles teledirigidos hacia el Arca. 

Tras un enfrentamiento con los T-Rex consiguen rescatar a Nefertiti y, gracias a Rory a su padre, que parece ser que han aprendido a pilotar una nave en la FP, consiguen alejarse de la trayectoria de los misiles, persiguiendo estos a la nave mercenaria que había echado por patas ante la colisión, haciéndola estallar. 

La nave se aleja de la tierra, a salvo. 

La vida se abre camino a través del espacio… 


Dinosaurs on a Spaceship es un ejemplo de lo que nos puede deparar esta temporada, aunque a estas alturas aún no tenemos muy claras las intenciones de Moffat. En dos episodios hemos podido ver como el Doctor cada vez más se aleja de los Pond, lo que nos prepara para el capitulo Angels Take Manhattan, el que supuestamente será la despedida del matrimonio. Puede que el hilo de la trama surja en el episodio de Navidad, cuando Oswin – Clara se presente formalmente. Pero hasta entonces, tenemos episodios planteados como mini historias independientes, como en los viejos tiempos. 

Hay algo que no me termina de convencer, y es el uso abusivo de secundarios metidos con calzador. En la era Rusell T. Davies, los secundarios eran debidamente presentados o ya formaban parte de la serie (como Sarah Jane), pero desde la quinta temporada hemos visto como algunos personajes secundarios ya formaban parte importante en la vida del Doctor y te los cuelan en la trama porque sí sin ser debidamente presentados. Tenemos que comernos que el Doctor y el Indiana Jones ya se conocieron antes, al igual de los personajes con los que interactuaba en los últimos episodios de la anterior temporada. 



Si la idea es darle más entidad al universo con secundarios molones, fracasa estrepitosamente, ya que te da igual que mueran o no. Son un mero adorno que no aporta nada, más que darle una entidad que la serie no necesita o algún cameo chulo en el futuro para complacencia de Steven Moffat.


Y agarren sus pistolas, que el Doctor viajará a Almería… digo al Oeste la semana viene.

Fotos: Destornillador Sónico

4 comentarios:

  1. Me ha gustado la parte cómica del episodio; con ese 'yo sí!' que suelta el Doctor cuando Rory asegura que tiene ya 31 años y no hace lista de regalos en Navidad, o el Triceratops devolviendo la pelota y sentándose como un gato. Y de la misma forma me ha gustado que recuperen ese tipo de registro para Amy.

    Y preciosa una de las secuencia finales, en la que el padre de Rory mira la tierra sentado en la puerta de la Tardis con las piernas colgando en el espacio.

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  2. ¿¿POBRES Sycorax?? He dejado de leer a partir de ahí... xD

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