El terror “verité” ya atufa un poco. Más que nada, porque la formula no puede ofrecer nuevas formas de sorprender a un público que sabe de antemano como terminan estas películas. Es decir, nos muestran a un grupo de jóvenes que se enfrentan a un ente sobrenatural, y por narices, la peli debe terminar cuando el cámara deja de grabar. Y punto. En todas estas películas el final es el mismo, con lo cual si la historia no es novedosa, el factor sorpresa queda invalidado. Da igual que hablen de zombies, o de posesiones. Siempre es la misma “película”. Esto mismo debió pensar el director de esta de esta The Troll Hunter, porque, aunque por el argumento nos encontremos con la enésima película de jóvenes reporteros, el desarrollo poco o nada tiene que ver con los otros films mencionados. Al menos, consigue que el evidente final que predice el mensaje inicial del film (ya sabéis: “las autoridades encontraron unas cintas....”) quede eclipsado por un desarrollo totalmente dinámico y entretenido.
Estos mozos, descendientes directos de los de David el Gnomo... |
Y es que desde el comienzo la peli empieza cañera: perseguimos a nuestros héroes mientras ruedan su documental, y a los 20 minutos ya nos muestran el primer Troll. Pero no un Troll cualquiera, sino un mostrenco de tres cabezas. Desde ese momento, la peli se convierte en un pseudo documental sobre estos “entrañables” seres, y sobre todo, como cazarlos. Y es que iremos descubriendo junto a los protagonistas diferentes tipos de Trolls, pero, para hacerlo más divertido estos serán cada vez más agresivos... y carnívoros.
Sorprende, además, la calidad de los efectos especiales en una pelicula de estas caracteristicas. Al estar rodado con cámara en mano, estos no desentonan en absoluto, siendo lo suficientemente creíbles para que realmente creamos lo que esta pasando. Por supuesto, la visión nocturna (atentos a la escena de la caverna de los Trolls) y las carreras a grito pelado por el bosque a oscuras están la orden del día. Tal vez por eso The Troll Hunter tenga el defecto de que el factor sorpresa que mencionaba antes se agota a la mitad, y el final, aunque espectacular, no consigue esa tensión “in crescendo” que si tiene, por ejemplo, nuestra Rec.
Eso no quita que la peli sea una pasada, ideal para los que disfruten con algo nuevo, dentro de un sub genero de terror que ya la mayoría daban por agotado.
Lo mejor: Empieza rápido y no da respiro hasta el final. Los efectos especiales, muy chulos.
Lo peor: Los protagonistas, salvo El Cazador, no caen demasiado bien...