A los diez minutos de película ya hemos visto a Danny Trejo desmembrando brazos, agujereando cabezas y a una tía sacándose un teléfono Móvil del coño. A la media hora, Lindsay Lohan sale borracha, drogada y vomitando. A la hora y media, el desmadre se apodera del metraje: intestinos usados como liana, tiroteos en una iglesia al ritmo del Ave María, Robert de Niro en plan ultra mega demócrata, en el papel de senador con un nombre mas americano que un Nugget de pollo: John McLaughin
Si después de esto no admites que Machete es de visionado obligatorio, es porque el arte y el ensayo nublan tu juicio y criterio. Ahora bien. Machete tiene algunos pequeños fallos: la coherencia narrativa brilla por su ausencia, así como el desarrollo de unos personajes muy marcados desde el principio. Machete es más bueno que el pan. Lindsay Lohan una golfilla que cuelga sus cosillas en Internet…
De todos modos los fans de la acción mas chusca y descerebrada se lo pasaran genial, ya que tiene carisma suficiente para mantenerte entretenido durante un buen rato, y no salir del cine sabiendo que no has perdido el dinero.
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