miércoles, 29 de septiembre de 2010

El Día de los Muertos. Así dan ganas de mojar pan


La plaga que vino de Venus sigue dando por saco a la humanidad. Si en La Noche de los Muertos Vivientes nos mostraba una granjita de Pensilvania donde todos acaban perdiendo los nervios antes que los zombies se coman su cerebro, su secuela, Zombie (un poco tardía) nos mostraba la acción en un centro comercial. Y de paso, ofrecer una critica al consumismo cogida por los pelos y bastante rancia, todo sea dicho de paso. El Día de los Muertos, la que nos ocupa, debe ser algo relacionado con el ejercito de los EEUU, pero lo que tiene de bueno de la peli no es su mensaje, sino que ofrece todo lo que tiene que ser una peli de zombies buena.


Un grupo de científicos logran encontrar rastros de humanidad en los zombies (medio millón por cada habitante vivo) para volver a volverlos civilizados. Pero como siempre, las luchas de poder vistas en la primera entrega acabaran por dejar todo el bunker donde viven en un pato de recreo para los zombies, que por cierto, son mucho mas fuertes que en las otras películas.


Sin duda alguna, esta es mi favorita de la saga de Romero, porque es brutal y sangrienta respecto a las dos anteriores. Los zombies no se andan con chiquitas, es el prototipo de zombies que todos conocemos: salvajes, desgarradores de carne y hasta ya un poco putrefactos. Mola.


De todos modos un día haré un recopilatorio de todas las pelis de la saga, porque son montones, entre remakes y demás, pero si tengo que elegir una (dos) serian esta, y el remake de Zombie que hizo Zack Snyder, Amanecer de los muertos.

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